Guía completa para protegerla del frío y la deshidratación
Con la llegada del invierno, nuestra piel enfrenta nuevos desafíos: temperaturas bajas, calefacción constante, aire seco y menor exposición solar. Estos factores pueden provocar deshidratación, sensibilidad, opacidad y envejecimiento prematuro.
La buena noticia es que con una rutina adaptada y cuidados específicos, es posible mantener la piel saludable y confortable durante toda la temporada.
A continuación, te compartimos 10 tips de cuidado de la piel en invierno, prevenir la sequedad y reforzar la hidratación.
1. Evitá el agua muy caliente
Aunque los baños calientes son tentadores en días fríos, el agua a altas temperaturas elimina los aceites naturales de la piel y puede acentuar la sequedad e irritación.
Recomendaciones:
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Usá agua tibia y limitá el tiempo de ducha.
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Secá la piel con golpecitos suaves, sin frotar.
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Aplicá una crema hidratante apenas salís de la ducha para retener la humedad natural.
Producto sugerido: Crema Emoliente PS con Urea al 10% – Especial para pieles secas y sensibles.
2. No te olvides del protector solar
En invierno el sol puede parecer inofensivo, pero sus rayos UV siguen actuando, incluso en días nublados o fríos. La radiación atraviesa las nubes y las ventanas, y continúa afectando la piel expuesta.
Consejo: Usá todos los días un protector solar de amplio espectro (SPF 30 o superior), sobre todo en rostro, cuello y manos. También podés optar por una crema hidratante con protección solar incluida.
3. Reforzá la hidratación
El aire seco del exterior y la calefacción interior reducen la humedad ambiental y deshidratan la piel. La hidratación de la piel en invierno es la clave para combatir la tirantez, descamación y pérdida de luminosidad.
Tips:
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Elegí cremas humectantes ricas en activos hidratantes.
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En pieles mixtas o grasas, optá por texturas livianas, no oleosas.
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Incorporá sérums hidratantes que se absorban rápidamente y refuercen la barrera cutánea.
Producto recomendado: Sérum H – Hidrata, calma y reduce rojeces sin dejar sensación pesada.
4. Evitá cambios bruscos de temperatura
Pasar de un ambiente cálido a uno frío genera vasodilatación y puede afectar la microcirculación de la piel, provocando enrojecimiento y, en algunos casos, cuperosis.
Solución: Protegé tu piel antes de salir, con productos que refuercen los capilares y minimicen la sensibilidad.
Recomendación: Incorporá vitamina C en tu rutina diaria para fortalecer la piel.
Tip extra: Llevá siempre contigo el Agua Termal Volcánica para calmar y rehidratar la piel en cualquier momento.
5. Tené cuidado con la exfoliación
En invierno la piel suele volverse más frágil y sensible. La exfoliación excesiva puede agravar la irritación, la sequedad o las rojeces.
Sugerencia: Si la piel está irritada, suspendé los exfoliantes. Como alternativa, podés usar una mascarilla suave una vez por semana en zonas puntuales.
Producto ideal: Mascarilla de Fango Termal Volcánico – remineralizante, descongestiva y no abrasiva.
6. Protegé labios y manos
Estas zonas están expuestas directamente al frío, y además tienen menos glándulas sebáceas, por lo que se resecan con facilidad.
Consejos:
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Aplicá un bálsamo labial hidratante con FPS.
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Evitá morder o humedecer los labios con saliva.
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Usá guantes y crema de manos varias veces al día.
7. Evitá productos con fragancias y alcohol
Los cosméticos con perfumes, colorantes o alcohol pueden sensibilizar la piel aún más en climas fríos. Elegí productos suaves, sin fragancias ni parabenos, formulados para pieles sensibles.
Recomendación: Revisá siempre las etiquetas y preferí fórmulas hipoalergénicas y testadas dermatológicamente, como toda la línea Caviahue.
8. Mantené una rutina nocturna constante
Para el cuidado de la piel en invierno la noche es el mejor momento para regenerarla, ya que no está expuesta al entorno. No te saltees la limpieza e hidratación nocturna: ayudará a restaurar los niveles de humedad y a reforzar la barrera cutánea.
Consejo: Completá tu rutina con una crema nutritiva y reparadora como la Crema Antiage Noche con ácido hialurónico.
9. Cuidate también desde adentro
La hidratación de la piel en invierno sumada a una buena alimentación, hacen la diferencia. En invierno solemos tomar menos agua, pero es fundamental mantener el consumo diario.
Recomendaciones:
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Tomá al menos 2 litros de agua por día.
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Consumí alimentos ricos en ácidos grasos esenciales (Omega 3 y 6).
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Mantené una alimentación equilibrada y descansá adecuadamente.
10. Sé constante con tu rutina
Una rutina diaria bien adaptada al invierno marcará la diferencia. No hace falta usar muchos productos: lo importante es elegir los adecuados y mantener la constancia.
Tip final: Observá tu piel. Si se siente tirante, seca o enrojecida, simplificá la rutina y elegí fórmulas más suaves. La clave es escuchar lo que tu piel necesita.
Conclusión
Con estos tips para el cuidado de la piel en invierno, junto con pequeños ajustes y constancia, podés mantenerla hidratada, protegida y luminosa durante toda la temporada.
En Caviahue desarrollamos productos especialmente formulados para acompañarte en cada estación, con ingredientes naturales y agua termal volcánica que cuida, regenera y protege.